Los implantes dentales son una solución de continuidad a la pérdida de un diente natural.
1. Boca sana y buen estado de salud.
2. Pruebas necesarias y diagnóstico
Un implante dental necesita una porción suficiente de hueso donde poder anclarse. El implante dental es como un pequeño cilindro de titanio que necesita estar cubierto totalmente por hueso y para valorar si el volumen de hueso que tienes es el correcto, solo existe una prueba que te lo pueda decir: el TAC dental.
Un TAC dental es una radiografía convencional (como una ortopantomografía) que puede dar una idea aproximada sobre el volumen del hueso; aunque no completa dado que solo muestra dos dimensiones.
No obstante, existe una opción de TAC en 3D que, además de localizar el volumen del hueso, revelará estructuras importantes que deben ser respetadas durante la colocación del implante dental, como es el caso de los senos maxilares o los senos nasales en el maxilar superior o el nervio dentario en la mandíbula.
3. Clínica dental y equipo odontológico de confianza.
No te tomes un implante dental como un bien de consumo genérico. Un implante dental es un dispositivo médico y, como tal, ha de ser manipulado por un equipo cualificado para ello. Busca clínicas con un alto estándar de calidad y que te generen la confianza suficiente para depositar tu salud en sus manos.
En salud, lo barato siempre resulta caro, no lo olvides.
4. Control de hábitos nocivos para tus implantes dentales.
El tabaquismo es un factor nocivo tanto para tus dientes como para tus implantes dentales. Eliminar el tabaco previo a un tratamiento de implantes dentales eleva significante el éxito del mismo.
A su vez, la ausencia de tabaco tras la finalización del tratamiento asegura un mayor porcentaje de éxito a largo plazo, así como la disminución del consumo de alcohol, el control del bruxismo dentario y, naturalmente, unos buenos hábitos en la higiene bucodental diaria en casa y la clínica dental.
5. Programa de mantenimiento para tu boca e implantes dentales.
Los implantes dentales requieren de revisiones periódicas para comprobar su correcto funcionamiento o la aparición de algún problema para dar con su solución lo antes posible.
En las revisiones se comprueba el ajuste oclusal de la restauración protésica, la salud de la encina y el hueso alrededor del implante, así como la salud de los dientes adyacentes.
Si fuera necesario, se procederá a la limpieza, tanto de dientes como de los implantes, o incluso el cambio de la estructura protésica.
En conclusión, el mantenimiento periodontal e implantológico es la clave del éxito a largo plazo de tu tratamiento de implante dental.