¿Qué es la apnea obstructiva?
La apnea obstructiva del sueño (AOS) es un trastorno respiratorio durante el sueño caracterizado por la presencia de ronquidos y obstrucciones intermitentes de la vía aérea superior (apneas) que interrumpen el flujo de aire durante la respiración, provocando un sueño de mala calidad, asociado a caídas de la saturación de oxígeno en sangre (hipoxemia).
El AOS infantil es un problema frecuente que afecta del 1 al 5% de todos los niños y su pico de incidencia se encuentra entre los 3 y los 8 años de edad, siendo una patología que requiere de una mayor atención por parte de la comunidad médica, ya que produce complicaciones importantes en el desarrollo físico y cognitivo de los niños que lo padecen.
¿Qué características tiene la apnea obstructiva del sueño en los niños?
El AOS infantil difiere del AOS del adulto, tanto en sus causas (etiología) como en sus manifestaciones clínicas y tratamiento.
El aumento del número de apneas siempre llevará asociado un aumento de la hipoxemia intermitente y un sueño cada vez de peor calidad, que repercutirá en la actividad diurna del niño, notándose cansado, hiperactivo y con falta de concentración en el colegio.
Además, el AOS no controlado puede provocar alteraciones cardiovasculares (hipertensión) y hormonales, ya que la falta de una correcta secreción de la hormona de crecimiento durante el sueño podrá afectar a su desarrollo físico.

¿Cuáles son las causas de la apnea obstructiva del sueño en los niños?

Los factores de riesgo son situaciones físicas o fisiológicas que aumentan la probabilidad de que el niño tenga apnea del sueño:
- El factor de riesgo más común del AOS en niños son las amígdalas y/o adenoides (vegetaciones) grandes (hipertróficas), ya que obstruyen fácilmente la vía aérea superior durante el sueño.
- En los pacientes con enfermedades neuromusculares en los que aparece hipotonía o parálisis de los músculos dilatadores de la faringe.
- Presencia de ciertas malformaciones de la base craneal o del macizo facial medio, como ocurre en el Síndrome de Down, que tienen un espacio faríngeo reducido.
- La obesidad.
- La obstrucción nasal, muchas veces asociado a procesos de alergia crónica en niños.
- Presencia de ciertas maloclusiones dentales en niños que se asocian con la presencia de un paladar estrecho, barbilla pequeña, mandíbula retraída (retrognatia), deglución atípica y respiración bucal, dando el aspecto de una cara alargada y estrecha (cara de pájaro).
¿Cómo sé si mi hijo tiene apnea obstructiva del sueño?
Mientras duerme, el niño puede presentar los siguientes síntomas o indicadores que nos harán sospechar de la presencia de AOS:
- Presencia de ronquidos o respiración ruidosa que puede empeorar cuando el niño está acostado boca arriba.
- Pausas en la respiración. Puede parecer que su hijo ha dejado de respirar durante un tiempo breve y luego empieza a respirar de nuevo, a menudo con un “resoplido”.
- Problemas para respirar por la nariz, de modo que necesita mantener la boca abierta.
- Da vueltas en la cama toda la noche o duerme en una posición poco habitual, con hiperextensión de la cabeza para intentar respirar mejor.
- Se despierta con frecuencia, estando inquieto y sudoroso, comentándonos, a veces, que tiene pesadillas.
- Moja la cama (enuresis), en particular si el niño no suele mojar la cama de noche.


Así mismo, el dormir mal por la noche tendrá sus repercusiones durante el día, presentándose cierta sintomatología que nos harás sospechar de la presencia de un AOS durante el sueño:
- Problemas de atención o mal rendimiento en la escuela
- Hiperactividad y otros problemas de conducta.
- Cambios de personalidad, como actuar de forma caprichosa, malhumorada o irritable
- Somnolencia, por ejemplo, quedarse dormido en la escuela o dormir siestas a horas poco habituales.
- Fatiga o cansancio excesivo.
- Dolor de cabeza matutino, en especial al levantarse.
- Hablar con voz nasal y sonora.
- Respiración nasal deficiente, con presencia de respiración oral, mandíbula retraída (retrognacia), boca entreabierta y deglución atípica, dando el aspecto de una cara alargada y estrecha (cara de pájaro).
¿Qué problemas puede haber si no se trata adecuadamente la apnea obstructiva del sueño de mi hijo?
La apnea del sueño no tratada terminará afectando la calidad de vida de nuestros hijos:
- El sueño no reparador asociado al AOS durante el sueño repercutirá en la actividad diurna del niño, notándose cansado, hiperactivo y con falta de concentración, afectando a su rendimiento escolar.
- También se asocia a un aumento del riesgo de sufrir alteraciones cardiovasculares (hipertensión e insuficiencia cardiaca).
- Además, puede relacionarse con trastornos hormonales ya que la falta de una correcta secreción de la hormona de crecimiento durante el sueño podrá afectar al desarrollo físico del niño.

¿Cómo averiguo si mi hijo tiene una apnea obstructiva del sueño?
Aunque la presencia de cierta sintomatología diurna y nocturna que hemos hablado antes nos hará sospechar de la presencia de AOS infantil, la prueba que nos confirmará su presencia será la polisomnografía (realizado en una unidad de sueño hospitalaria) y, en algunos casos, la poligrafía respiratoria (que se puede realizar en el domicilio habitual del niño).

Durante estos estudios realizados a lo largo de toda una noche, se registra el esfuerzo que realiza el niño para respirar, el nivel de oxígeno sangre, la frecuencia cardíaca y, en el caso de la polisomnografía, también se registra la actividad eléctrica cerebral (encefalograma) que nos da información sobre su calidad de sueño (hipnograma).
¿Cómo se trata la apnea obstructiva del sueño infantil?
Los tratamientos más habituales para el control del AOS infantil son:
- Extracción quirúrgica de las amígdalas y las vegetaciones en presencia de hipertrofia adeno-amigdalar recurrente.
- Perder peso.
- Evitar dormir boca arriba (decúbito supino), ya que facilita la obstrucción de la vía aérea.
- Tratar la obstrucción nasal, en especial la alergia nasal.
- Tratamiento ortodóncico-ortopédico para expandir el paladar estrecho o la presencia de una mandíbula retraída.
- Ejercicios miofuncionales para mejorar el tono muscular de la vía aérea superior y corregir la respiración oral, con el fin de potenciar la respiración nasal.


