¿Qué es el Dolor Orofacial?
El dolor orofacial muchas veces es consecuencia a la presencia de una Disfunción Craneomandibular o Trastorno Temporomandibular. Ambos hacen referencia a un conjunto de patologías y situaciones clínicas que tienen en común la posibilidad de provocar dolor y/o alteraciones funcionales del aparato masticatorio, fundamentalmente a nivel de la Articulación Temporomandibular (ATM) y la musculatura craneo-cervico-mandibular.
Sin embargo, no hay que olvidar que el dentista experto en Dolor Orofacial también puede ser de gran ayuda en el diagnóstico y tratamiento de otros tipos de dolor orofacial como ciertos dolores de cabeza (migraña, cefalea cervicogénica, cefalea tensional) o dolores neuropáticos craneo-faciales (dolor originado en los nervios craneales) entre los que cabe destacar la Neuropatía Trigeminal Dolorosa Postraumática, la Neuralgia del Trigémino y el Síndrome de Boca Ardiente.
¿Cuáles son las causas de los Trastornos Temporomandibulares?
La causa o etiología de los Trastornos Temporomandibulares se considera variada y multifactorial, ya que suelen estar asociados con otras condiciones médicas comórbidas (migraña, fibromialgía, ansiedad, hiperlaxitud ligamentosa, etc) y son el resultado de una interacción compleja entre factores biológicos, biomecánicos, psicológicos y sociales.
Las causas más frecuentes de los Trastornos Temporomandibulares son las situaciones de inestabilidad en la forma en la que encajan los dientes superiores con los inferiores (oclusión dental), los traumatismos cráneo-faciales, la hipermovilidad articular, el bruxismo, la enfermedad degenerativa de la ATM y la presencia de enfermedades generalizadas como la artritis reumatoide, la fibromialgia o la hiperlaxitud ligamentosa sistémica, que también pueden afectar a la ATM y la musculatura masticatoria.
¿Qué sintomatología presentan los Trastornos Temporomandibulares?
Los síntomas más frecuentes relacionados con los Trastornos Temporomandibulares son el dolor mandibular y craneal, la presencia de ruidos (chasquidos) en la ATM y/o la disminución en la apertura bucal.
Otros síntomas menos frecuentes son el dolor de oído, taponamiento de oído, pitidos en los oídos (acúfenos), dolor cervical, exceso de apertura bucal (dificultad para cerrar la boca) y dolor de cabeza, entre otros.
¿Cuál es el tratamiento de los Trastornos Temporomandibulares?
Dada la variedad de factores etiológicos involucrados, es lógico pensar que no exista un tratamiento universal para todas las formas de Trastornos Temporomandibulares. Por lo tanto, el enfoque terapéutico será, muchas veces, multidisciplinar y multinivel, combinando varios tipos de tratamientos desde una perspectivas bio-psico-social.
Además, considerando el carácter autolimitado de los Trastornos Temporomandibulares y el desconocimiento acerca de su curso evolutivo, siempre se iniciará la terapia con tratamientos no invasivos y reversibles que, por otra parte, han demostrado ser los más eficaces.
Las férulas ocluso-dentales suelen ser un tratamiento habitual y efectivo para reducir el dolor y los chasquidos de la ATM. Sin embargo, hay que ser cautelosos en este aspecto, dado que existen diferentes tipos de férulas que pueden provocar más perjuicio que beneficio al paciente, como las férulas de recubrimiento parcial, las férulas blandas o las adaptadas por el propio paciente (boil & bite). Las férulas deben fabricarse a medida utilizando materiales rígidos y requieren de ajustes periódicos por parte del dentista.
Existen varios modelos de férula (estabilización, adelantamiento, pivotante, etc) y su elección debe de ser cuidadosa, teniendo en cuenta otros posibles problemas que pueda tener el paciente (chasquidos articulares, limitación de apertura, dolor crónico mandibular, ronquidos y apneas, etc).
El tratamiento farmacológico se reserva para aquellos casos severos en los que se ha demostrado una relación directa con ciertas enfermedades o trastornos que pudiera sufrir el paciente, pudiendo incluir la prescripción de antinflamatorios, miorrelajantes, antidepresivos y anticonvulsivantes. La infiltración de la musculatura elevadora mandibular con toxina botulínica (Botox®) ha demostrado ser de gran efectividad en algunos casos de dolor y/o hipertrofia (agrandamiento) de la musculatura mandibular y de la musculatura situada a nivel de las sienes (músculo temporal).
Control del estrés y situaciones de ansiedad: Estas situaciones aumentarán el bruxismo y la contracción de la musculatura, incrementando el dolor muscular cráneo-cérvico-mandibular. El control de estas situaciones no es fácil y ocasionalmente podrá ser necesaria la toma de alguna medicación ansiolítica o antidepresiva. Sin embargo, ante situaciones de estrés o ansiedad crónicos, se aconsejan técnicas de relajación (respiración diafragmática o Técnica de Relajación Progresiva de Jacobson), técnicas de meditación (Entrenamiento Autógeno de Schultz o Mindfulness) o la aplicación de terapias cognitivo-conductuales, como el uso de aplicaciones móviles (BruxApp®) o dispositivos de Bioffedback-EMG (dia-Bruxo®), que nos ayudarán a controlar la tensión de la musculatura elevadora mandibular asociada al bruxismo.
Infiltraciones la de ATM: Los lavados articulares (artrocentesis) y las infiltraciones intraarticulares con ácido hialurónico y factores de crecimiento autólogos obtenidos de la sangre del propio paciente, se consideran tratamientos conservadores que han demostrados su efectividad para frenar la enfermedad degenerativa u osteoatrosis de la ATM, evitándose, en ocasiones, tratamientos quirúrgicos más invasivos como la artroscopia o la cirugía abierta.
Fisioterapia y control postural: Así como los problemas cervicales y dolores musculares de otras partes del cuerpo pueden tratarse con fisioterapia, los dolores de la musculatura masticatoria también pueden beneficiarse de las técnicas de fisioterapia mediante masajes, movilizaciones, electroterapia, estiramientos y control postural cráneo-cérvico-mandibular. Durante las sesiones de fisioterapia el dentista experto en dolor orofacial podrá aplicar infiltraciones musculares (con anestésicos, con oxígeno-ozonoterapia o con punción seca) en zonas de intenso dolor, llamados Puntos Gatillo miofasciales.
Clínica Kranion es puntera en la utilización de nuevas tecnologías en el tratamiento de la ATM, Bruxismo y Dolor Orofacial
Estas son las técnicas que utilizamos: