Toxina botulínica y Dolor Orofacial

Para el tratamiento del bruxismo, neuropatías y dolor de cabeza

El bruxismo es una patología crónica que cada vez afecta a mayor cantidad de personas en España. La utilización de la toxina para el bruxismo es una solución cada vez más utilizada, obteniéndose muy buenos resultados.

Identificación y descripción del procedimiento.

La inyección de Toxina Botulínica Tipo A causa la reducción selectiva y temporal de la contracción en la musculatura hiperactiva durante un periodo medio de 4-6 meses, actuando sobre las terminaciones nerviosas colinérgicas periféricas.

Las indicaciones terapéuticas principales son de tipo estético (mejora la estética de la asimetría facial y arrugas faciales causas por la hiperactividad muscular, en la zona frontal, periorbitaria, peribucal y cervical) y médicas. Las principales indicaciones médicas en el área cráneo-cérvico-mandibular son las siguientes:

Tratamiento de Dolor Orofacial asociado a contractura de la musculatura masticatoria.

Tratamiento de dolor neuropático orofacial.

Distonías oromandibulares y cervical.

Tratamiento de cierto tipo de dolores de cabeza crónicos como la migraña.

Estrabismo y blefaroespasmo asociados con distonía muscular.

Disfonía espasmódica.

Tortícolis espasmódica.

Cabe mencionar que, aunque el uso de la Toxina Botulínica tiene indicaciones para la mejora de la estética facial, el tratamiento propuesto no tiene objetivos estéticos, sino destinados a disminuir el dolor y mejorar la función de la musculatura cráneo-cérvico-mandibular, tal y como viene avalado por la reciente literatura científica.

La técnica consiste en identificar mediante la palpación los puntos dolorosos y/o espáticos más implicados en su dolor, (en general 2-3 puntos, aunque puede variar) e inyectar en los mismos la toxina botulínica tipo A.

Es una técnica sencilla y poco dolorosa, que se suele realizar en una sola sesión.

Objetivos y beneficios que se pueden alcanzar:

Mediante la inyección de toxina botulínica, se pretende conseguir la relajación muscular y el cese de la excitabilidad muscular que provoca dolor y limita el movimiento.

El alivio del dolor y de la contractura muscular suele ser, en general, temporal y de duración variable. El alivio puede durar entre 4-8 meses, interesando  aprovechar ese periodo de mejoría para realizar ejercicios que retrasen o eviten las recaídas. 

Alternativas razonables a dicho procedimiento:

Pueden existir varias alternativas a la infiltración con Toxina Botulínica para tratar el dolor y/o espasmo muscular:

Rehabilitación fisioterápica mediante corrientes analgésicas, termoterapia, masajes, estiramientos, etc.

Infiltraciones anestésicas.

Tomar fármacos analgésicos y relajantes musculares.

Dichas técnicas no tiene porque ser excluyentes y, a veces, pueden aplicarse o combinarse con la infiltración de toxina botulínica.

Consecuencias previsibles de su no realización:

Continuidad del cuadro doloroso, con evolución a la cronicidad y la posibilidad de un aumento del área dolorosa al extenderse a otros músculos. Por otra parte, si el dolor es moderado, lleva poco tiempo de evolución o mejora con la medicación u otras técnicas, no suele ser necesario practicar las infiltraciones.

En Clínica Kranion somos expertos en este tipo de técnicas

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