El bruxismo es un hábito inconsciente de apretamiento o rechinamiento dental sin finalidad funcional masticatoria, es decir, que no tiene un objetivo de masticar o una función útil de cualquier otro tipo. Aunque suele ser más frecuente por la noche, también hay pacientes que sufren bruxismo a lo largo del día.
Este hábito puede provocar molestias en cualquier parte de la región craneal y mandibular, como dolores de cabeza, mareos, sensación de presión o pitidos en la zona de los oídos (tinitus), chasquidos en las articulaciones mandibulares (ATM), así como desgaste y sensibilidad a nivel dental.
¿Qué provoca el bruxismo?
Las causas del bruxismo pueden ser muchas, pero es cierto que está muy relacionado con situaciones de estrés y ansiedad. Por eso, se estima que afecta a un gran porcentaje de la población.
Es normal que el ser humano se tense para afrontar situaciones de incertidumbre o amenaza pero, cuando la alerta es continua y no responde a algo en concreto, la tensión se convierte en ansiedad.
El Trastorno de Ansiedad Generalizada es más común de lo que parece. Los individuos que lo padecen están continuamente angustiados, con alteraciones psicológicas, como dificultad para concentrarse o anticipación de acontecimientos futuros negativos. También se asocia a alteraciones físicas, como tensión muscular, agitación, insomnio y aumento del bruxismo.
Herramientas para mitigar los síntomas
Hay varios tipos de tratamientos para el bruxismo.
Para el control de los síntomas físicos se pueden utilizar férulas dentales que ayudarán a mantener la mandíbula en posición relajada y a proteger los dientes del apretamiento/rechinamiento propios del bruxismo. Asimismo, el fisioterapia ayudará a aliviar los dolores musculares y las alteraciones en la dinámica articular. Solo en los casos más severos, el dentista especializado en dolor orofacial podrá aplicar un tratamiento de infiltraciones musculares con toxina botulínica (Botox®).
Por otro lado, los síntomas psicológicos que puedan haber derivado en bruxismo (estrés o ansiedad) podrán ser tratados con terapias cognitivo-conductuales realizadas por psicólogos, o mediante técnicas de relajación o meditación, como el Mindfulness.
10 Consejos para controlar adecuadamente el bruxismo
- Acudir a profesionales especializados. En Clínica Kranion estaremos encantados de poder ayudarte: nuestro odontólogo especialista en trastornos temporomandibulares y dolor orofacial te realizará la férula que más se adapte a tu problema, y nuestro fisioterapeuta especializado en terapia cráneo-cérvico-mandibular te aplicará un tratamiento totalmente personalizado.
- Beber mucha agua. Entre 1’5 y 2 litros de agua al día son recomendables para controlar el estrés y, por tanto, el bruxismo.
- Realizar ejercicio con métodos que sirvan para controlar la postura: Pilates, Feldenkrais, GDS…
- Realizar ejercicio moderado y general, como caminar o bicicleta, de 30 a 45, al menos 3 veces a la semana. El ejercicio físico reduce la intensidad del estrés y ayuda a que los episodios duren menos, además de fomentar una sensación de bienestar.
- Tomar la última comida del día un par de horas antes de ir a dormir, con el fin de tener un sueño de mejor calidad.
- Evitar el consumo de tabaco, alcohol y excitantes como el café y el té, en especial, a última hora del día.
- Intentar dormir un mínimo 7 horas al día, ya que el sueño ayuda a mantener la mente y el cuerpo sanos.
- Favorecer el sueño mediante un ambiente agradable en la habitación, evitando relojes o instrumentos que emitan luz, así como ruidos y que haga demasiado calor.
- Practicar técnicas de relajación y meditación, como el mindfulness o el yoga.
- Asignar un espacio al día para ocio y relaciones personales.
Lo más importante es mantener una vida equilibrada y sana, ya que eso te evitará problemas de estrés. Sin embargo, si ya sufres de bruxismo, lo primordial y más necesario es visitar una clínica especializada, como Clínica Kranion, con el fin de atajar el problema de raíz.