Si enfrentas la incómoda situación de lidiar con mal aliento o halitosis, como también se le conoce, es lógico que sientas ansiedad y hasta algo de vergüenza, pues se trata de una condición nada agradable, ni para ti ni para los demás.
Ahora, si no estás seguro de tener mal aliento, ya que es realmente difícil detectarlo por ti mismo, puedes pedir a alguien cercano que te ayude a salir de dudas.
¿Cómo saber si tengo mal aliento?
Si no cuentas con la asistencia de un tercero, puedes intentar estos métodos por tu cuenta:
- Huele tu propio aliento: no percibirás 100% su olor real, pero es una manera discreta de cerciorarte en público. Sólo debes cubrir tu boca y nariz con ambas manos y exhalar entre ellas.
- Huele tu saliva: lame tu muñeca con la parte posterior de tu lengua o toma una muestra con un palillo para oídos. Al secarse, percibirás el olor real de tu aliento.
- Observa tu lengua: si está algo blanca o incluso amarilla, puede que sufras de saburra o cubrimiento lingual.
- Si tienes boca seca o mal sabor bucal, ambos son síntomas de mal aliento.
Causas del mal aliento
La mayoría de las veces inicia en la boca y responde a lo siguiente:
Falta de correcta higiene bucal:
La placa bacteriana se acumula encima o alrededor de tus dientes y las bacterias descomponen restos de comida en tu boca dando lugar a olores desagradables.
Malos hábitos alimenticios:
Alimentos de olor fuerte como ajo, cebolla o especias, alcohol o café en exceso, generan mal aliento al digerirse, entrar al torrente sanguíneo y de allí llegar a los pulmones.
Mascar tabaco o fumar:
Ocasionan mal sabor de boca y posible gingivitis, las encías enfermas causan halitosis.
Falta de una dieta balanceada y nutritiva:
El exceso de azúcar o carencia de carbohidratos en tu alimentación puede hacer que las bacterias proliferen o que tu organismo no funcione correctamente.
Consumo de algunos medicamentos:
Hay medicinas que provocan sequedad bucal y otras se descomponen en el organismo, liberando químicos que se trasladan al aliento.
Sequedad bucal o xerostomía:
La saliva contribuye a la limpieza de tu boca y elimina partículas que producen mal olor.
Infecciones en la boca:
Por heridas quirúrgicas tras una cirugía, extracción dental, caries, enfermedad de las encías o llagas bucales.
Afecciones de la boca, nariz y garganta:
Piedras en las amígdalas, infecciones de nariz, inflamación de senos paranasales o garganta con goteo nasal, son causa de mal aliento.
Problemas gastrointestinales que provocan mal aliento:
El reflujo crónico de ácidos estomacales se asocia con halitosis.
¿Cómo combatir el mal aliento?
- Lava tus dientes mínimo dos veces al día con flúor, usa también hilo dental y enjuague bucal para erradicar restos de comida entre tus dientes.
- Cepilla tu lengua: esta aloja bacterias y su higiene reduce el mal olor.
- Limpia diariamente aparatos de ortodoncia o dentaduras postizas.
- Evita la boca seca: bebe mucha agua y reduce el café, refrescos, alcohol o fumar.
- Lleva una dieta balanceada: menos alimentos de olor fuerte o demasiado azucarados.
- Cambia tu cepillo dental cada 3 o 4 meses para garantizar su eficiencia.
- Visita a tu odontólogo regularmente: dos veces al año como mínimo para que revise y limpie tus dientes o dentatura postiza.
En Kranion tenemos la solución a tu mal aliento con tratamientos específicos para cada afección bucal. ¡Confía en nosotros! Si detectamos que el origen de tu halitosis radica en un problema mayor, te remitiremos al médico adecuado para atenderla.